Cuidado de canarios: alojamiento

Varios son los aspectos a tener en cuenta para el refugio de  los canarios. Entre ellos la iluminación, ventilación, limpieza y desinfección.

Se recomienda que la jaula o pajarera se ubique en un lugar orientado al sol, que permita la circulación del aire pero que brinde resguardo de corrientes  fuertes de aire y la lluvia, ya que el frio y la humedad pueden ocasionar enfermedades en las aves.

Se debe procurar darles una ubicación a los bebederos y comederos de tal forma que no queden expuestos a los excrementos. La ubicación de los nidos  debe ser preferiblemente de tal forma que los canarios puedan ser observados pero estos no se percaten.

No hay que olvidar los accesorios como los trapecios para que las aves puedan ejercitarse. Se ha comprobado que especies de aves son capaces de reconocerse frente a un espejo, por lo que se suele incluir pequeños elementos de este tipo dentro de las jaulas, además resultarán entretenidos en especial cuando solo se ubica un ejemplar.

La limpieza es un proceso natural y necesario en el canario, por tanto se debe garantizar. Una pequeña tina con agua limpia bastará, luego del proceso puede ser retirada para que no se contamine o para que las aves no derramen el agua. Si se desea es posible poner arena fina y seca en el piso de la jaula.

Es necesario realizar una limpieza frecuente de la jaula y sus elementos. De requerirse una desinfección profunda las jaulas de alambre permiten hacerlo exponiéndolas brevemente  al fuego. 

El tamaño recomendado de la jaula para un solo canario es de 45 cm de lado.

Si se cuentan con recintos grandes como pajareras, el espacio permitirá incluir cestos con vegetación que dará un ambiente más natural. En este caso, se recomienda calar las paredes dos veces al año, disponer en una capa fina de arena en el piso que debe ser cambiada regularmente, y realizar desinfección especialmente durante la cría.