Perro dominante. Identificar y corregir

Liderar con reglas para evitar inseguridad y agresión El grado de dominancia de un perro está relacionado con el nivel de jerarquía que asume. Un perro con una jerarquía alta podría recurrir a la violencia para reclamar territorio o privilegios sobre la comida. Sin embargo, el grado de dominancia se asocia a la condición del animal, por ejemplo, en un perro de guarda  se espera que proteja el territorio y tenga un rol de liderazgo. Es un asunto relativo que genera discusiones entre los entendidos.

El enfoque que daremos es desde la jerarquía, entendiendo que la ausencia o poca claridad en las normas dan lugar a la inseguridad que puede generar agresión. Estas son las pautas para identificar y corregir este comportamiento. (Consejos con información de Rafael Pascual, cuidador profesional de perros)

Signos de un perro que no tiene clara su posición en la familia:

  • Gruñidos cuando sus amos intentan retirarle un objeto. Posesión con la comida, con muebles, lugares de la casa e incluso con las mismas personas.
  • Mirada fija con postura desafiante.
  • Si el perro se lanza sobre sus dueños, montándose de forma molesta.

Comportamientos a corregir:

  • Educación y obediencia en un perro Para comer el perro debe disponer de su propio espacio.  No se aconseja que comparta el comedor con las personas. El perro debe esperar su momento, si éste tiene una mentalidad ansiosa y se le da comida equivale a premiarlo por un mal comportamiento que tiende a  intensifique. Al contrario, el perro debe ganar su comida, se aconseja enseñarle la orden de sentado para practicarlo a la hora de la comida, pues será su recompensa.
  • No se debe permitir que se apropie de espacios si no tiene el claro permiso de las personas. Como la cama se convierte en el centro del territorio no se aconseja compartir habitación con la mascota.  Gruñir, rasguñar para pedir cosas no es aceptable, no se debe recompensar con cariño ni comida.
  • La iniciativa de cuando jugar o dar cariño debe proceder de las personas, el perro no puede tomar el control de la situación. Para evitar inseguridad o agresión es la persona quien de forma asertiva debe indicarle al perro el comportamiento que se desea y premiarlo cuando éste lo realiza.

Adicionalmente es importante educar al perro desde cachorro para atender a instrucciones como sentado, echado, dar la mano, venir, retroceder, quieto.  También es fundamental socializarlos con los espacios, otras personas y otros perros, practicar la inhibición de la mordida y mantener un liderazgo que le brinde seguridad y protección.

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