Periquitos en libertad

Las personas ven en su mascota la posibilidad de tener un contacto con la naturaleza, brindarles protección y cuidado, establecer un lazo afectivo. Saber qué especies son aptas como mascota es también un responsabilidad importante de quienes deseen tener esta experiencia.  Sin embargo, muchas veces no hace falta que los animales habiten en nuestra casa o se les impongan barreras para tener contacto con ellos.

Las aves son un buen ejemplo de ello. Pues es en libertad donde despliegan todo su esplendor y belleza.  En zonas rurales y pueblos, por ejemplo, es frecuente ver a la personas alimentando aves, disfrutando de su vuelo y canto sin necesidad de tenerlos en cautiverio. Para esto se construyen comederos en los que se ponen frutas y semillas. En las ciudades también puede ocurrir si las viviendas se ubican en cercanías a parque,  reservas naturales o corredores viales con árboles. 

Es por esto que Blog de Mascotas quiere presentar un registro fotográfico de aves en libertad. Para esta oportunidad el protagonista es el periquito de anteojos (Forpus conspicillatus) una pequeña especie propia de Panamá, Venezuela y Colombia. Su nombre se debe a que el macho tiene un color azulado alrededor de los ojos.

Son bastante sociales. Cuando no están alimentándose, generalmente se les ve reposando en compañía de su pareja, demostrando expresiones de afecto muy parecidas a las de los humanos.

Al caer la tarde, se reúnen en bandadas de decenas de individuos causando bastante alboroto.

Anidan en los agujeros de árboles, troncos huecos, guadua e incluso en los postes de alumbrado público. Son en realidad muy simpáticos y fáciles de observar.

Las imágenes presentadas fueron captadas en el municipio colombiano de la Vega. Esta especie es muy común allí, como en la mayoría de lugares de clima cálido y templado hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar.